martes, 15 de junio de 2010

Soneto XVII - Cyrano de Bergerac

Es este naricísimo entrañable
el romántico ideal de caballero:
valiente sin igual, noble y sincero
de ingenio claro, vivo, inigualable.
Feroz espadachín, hombre incansable;
a cien mató allá en Nesle con su acero
hazaña sin igual la que refiero
que en otro hombre de honor fuera impensable.

Quisiera ser cadete allá en Arrás
estando protegido en su valor:
valor que nos anima como un fuego

Y si un día mi amor como él entrego
y a otro mi Roxana da el amor
quiero ser su Cyrano allá detrás.

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