viernes, 18 de junio de 2010

Soneto XCV

Te contemplo detrás de ese cristal
tan cercas estás, tan lejos, tan distante;
tan lleno de ansiedad, tan triste amante,
hastiado de la vida y de este mal

Me quedo examinando hasta el final,
Haciendo que infinito sea el instante,
La fría superficie, que cortante
Me lega su impiedad dura y brutal.

Mi mano en el cristal, yo sin razones,
Tu cuerpo está detrás, mi amor con el
Un grito ansioso aguarda su rotura
Presiono la dureza con mi hiel…
Caricia de mi mano con dulzura
cortados y templados corazones.

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