viernes, 18 de junio de 2010

Soneto LXXX

En la espera galante de ese beso
desgranada pasión desesperada
comprendí los suspiros de la amada
fueran aires adorantes y embeleso.

La mirada que su labio lleva impreso
es beso y es amor y es algarada
y es aura de ventura demostrada
y es paz, sueño de amor que le profeso.

Despierte yo en la grana de su boca,
soñada de mi fé y de mi ventura,
capricho de mi sueño de amor raro...
...Y beba ella en mis labios la ternura
los tibios elixires, dulces, claros;
el sueño del placer que nos convoca.

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