viernes, 18 de junio de 2010

Soneto LXXXVIII

A golpes, como el duro caminar;
muy dura y con afanes destructivos
con saña y con crueldad, con gesto altivo
con mañas terroristas me has de hablar.

Cortante como sierra de calar
Armada con el fuego vengativo
Con gestos para herir, con odio vivo
Con ánimo de todo, aun de matar.

Tratadme según valga a la clemencia
que habita entre los llantos del infierno
O haced que beba a tragos la inmundicia
Tratadme con desprecio largo, eterno
Tratadme como a un perro, con malicia…
Mas tratadme, curad mi inadvertencia

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