de fuego el ademán, dalia encarnada;
y el alma que vislumbro en tu mirada
de amarilis; de azucena al conocerla.
De asterias tiene el brillo, de planetas;
de sonrisa en tus ojos dibujada;
de guindas y de fresas, la morada
de cantos de aleluya, y de cometas.
De ágata el color, de aguamarina,
como blanco mirto sobre tus ramas;
como Dafne en alto laurel mutado
De glorias, de afanes, de fuegos, llamas;
mirada serena y callada, divina;
resplandeciente par del sol dorado.
como blanco mirto sobre tus ramas;
como Dafne en alto laurel mutado
De glorias, de afanes, de fuegos, llamas;
mirada serena y callada, divina;
resplandeciente par del sol dorado.
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