Corazón en espera atribulado
la hiedra que no es rosa te aprisiona
El viento en un susurro te erosiona
Pues siempre a la intemperie estás guardado.
El ser su triste hiel ha destilado,
Y llora en destemplados chaparrones
Amargos desencantos de emociones
Más fuertes que el acero más templado.
¡Descansa corazón tu fatigado
pasar por el eterno y duro yermo,
y déjame soñar sueños si duermo!
¡Relaja tu latir desesperado!
Al frío y duro nicho me encaminas
Si el cálido latir tu no dominas.
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