viernes, 18 de junio de 2010

Soneto LXVII

Tengo un hueco en mi alma dolorida,
una herida que el tiempo no curó;
donde tu alma en mi vida penetró
es por donde se extiende en mi tu herida.

Hoy recuerdo aquel día, tu partida;
ese día tu amor me abandonó,
el momento en que todo terminó
el instante que oí tu despedida.

No hay rencor que guardar por todo aquello
ni tampoco pensar que da lo mismo...
solamente sentirte aquí a mi lado
Solamente acordarme que fue bello
pues no quiero que el hueco que has dejado 
lo rellene tan solo mi egoísmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario