martes, 15 de junio de 2010

Soneto XLIII

Hoy me duele la vida que yo llevo,
soy esclavo del hado que me guía;
el oscuro sentir que sentí un día
me ha llevado al infierno como cebo.

En mi boca su nombre, siempre nuevo
fue camino, senda clara, forma y vía
y veneno en mi alma, felonía
así siento mi vida yo le debo...

¡Desgraciado el sentir, maldito el nombre!
que el maldito destino me ha asignado;
que me ha puesto en los labios angustiado
siendo ya mas que hombre, quasi-hombre...
No desprecio la muerte que me toca
sino el hado que niégame su boca

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