soy esclavo del hado que me guía;
el oscuro sentir que sentí un día
me ha llevado al infierno como cebo.
En mi boca su nombre, siempre nuevo
fue camino, senda clara, forma y vía
y veneno en mi alma, felonía
así siento mi vida yo le debo...
¡Desgraciado el sentir, maldito el nombre!
que el maldito destino me ha asignado;
que me ha puesto en los labios angustiado
siendo ya mas que hombre, quasi-hombre...
No desprecio la muerte que me toca
sino el hado que niégame su boca
que el maldito destino me ha asignado;
que me ha puesto en los labios angustiado
siendo ya mas que hombre, quasi-hombre...
No desprecio la muerte que me toca
sino el hado que niégame su boca
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