martes, 15 de junio de 2010

Soneto IX

Como el herrero mítico Vulcano
que el martillo en el yunque golpetea
y sintiendo el sudor que le gotea;
y el cansancio del trabajo inhumano.
Como el suicida, que creyendo el vano
de su existencia triste y terminada;
de su pesar, de su alma ultrajada
termina con su vida de su mano.

Así me siento yo: desesperado;
cansado del trabajo que no llena
cansado de mis golpes, mi tortura.

Así me siento yo: vil y cuitado;
sediento de la muerte que no llega

sediento del martirio que me cura.

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