viernes, 18 de junio de 2010

Soneto LXXIX

Me mueve este dolido sentimiento
dejado de un orgullo maldecido,
me duele el sentimiento dolorido
que esconde soterrado en su cimiento.

Resuena largamente el cruel lamento
que horrísono es formado y proferido
y llega sorprendido hasta mi oído
sin fé, sueño ni amparo o fundamento.

La angustia que ha vibrado en este ambiente
se queda en un instante en mí clavada;
e hiéreme con saña con su acero.
Retiene mi pensar el mundo entero
y poso alrededor mi fría mirada
por luego regresar donde la gente.

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